Existen un buen número de estrategias a aplicar por parte de la banca nacional para impulsar la industria verde.
Un objetivo cada vez más arraigado en la ciudadanía es llegar a cero emisiones netas de carbono, algo que según las Naciones Unidas, es el objetivo global para el 2050, en la medida en que los países, las personas y las industrias que los conforman asuman un compromiso real con la implementación de medidas que contribuyan a lograrlo.
En el caso de Ecuador, las personas, empresas, y más que todo sector industrial, tienen la oportunidad de disminuir su impacto en el ambiente, implementando medidas de sostenibilidad. En ese sentido, la banca juega un rol fundamental, al ser uno de los motores más importantes de la economía nacional.
Para Katarina Zdraljevic, Jefa de la Unidad de Gestión Ambiental de Banco ProCredit: “Las instituciones financieras pueden tener un enorme efecto, principalmente motivando e impulsando a sus clientes a invertir en proyectos sostenibles, brindando condiciones adecuadas y una oferta atractiva, y asumiendo una parte de riesgo”.
Formas en que la banca puede impulsar la industria verde
Para contribuir a un mejor entendimiento del tema, la representante de Banco ProCredit explica 3 formas en las que la banca puede impulsar la industria verde:
Ofrecer incentivos financieros para inversiones verdes
Además del asesoramiento, uno de los aspectos más importantes que la banca podría ofrecer, son incentivos financieros para las inversiones verdes, como mecanismo de motivación. “A menudo se tiene la concepción errada de que la tecnología verde es más cara o más compleja, y existen varias limitantes en la inversión en este tipo de innovaciones. Desde la banca se pueden desmitificar estos temas, y además, ofrecer créditos con las condiciones adecuadas y una oferta atractiva”, indica la experta.
Gracias a esta metodología, Banco ProCredit ha financiado, hasta la fecha, cerca de USD 150 millones en 1.490 proyectos de sus clientes. Los fondos se han destinado principalmente a la adquisición de maquinaria con eficiencia por encima del 20%, a la construcción y compra de viviendas sostenibles, a la agricultura orgánica, gestión de residuos y reciclaje, así como a energías renovables y vehículos eléctricos, entre otros. “De hecho, la participación de créditos verdes en el portafolio total del banco representa más de 18% y el objetivo a mediano plazo es seguir aumentando esta participación”, añade.
Hacer convenios con los actores sostenibles en el mercado
A través de la identificación de actores relevantes en los temas de sostenibilidad, el banco se podría encargar de generar las alianzas que representen un beneficio para los clientes finales. “Por ejemplo, la suscripción de alianzas comerciales con diferentes proveedores de paneles solares, vehículos eléctricos o viviendas sostenibles, son de gran utilidad para el cliente, pues se pactan ciertos beneficios adicionales con los socios”, señala Zdraljevic.
Motivar a través del ejemplo
Como último punto, pero no menos importante, la banca puede incentivar a sus clientes a ejecutar acciones social y ambientalmente responsables, a través de su propio ejemplo. Es el caso de Banco ProCredit, que ha implementado internamente algunas medidas sostenibles en su edificio matriz, como la instalación de un jardín vertical y de paneles solares para proveer de energía al edificio, la adquisición de vehículos eléctricos para la movilización de sus colaboradores, y más recientemente, la obtención de la certificación EDGE Advanced, convirtiéndose en el primer proyecto de oficinas en el Ecuador en obtenerla.
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