Cultivos conectados a internet, satélites y robots que predicen con la ayuda de inteligencia artificial
El proyecto Digital Village, financiado por la empresa serbia BioSense Institute; tiene como objetivo transformar la localidad rural de Moclin; cerca de la frontera con Rumanía, en un modelo de referencia para mitigar los impactos de la crisis climática.
En el norte de Serbia, hogar de aldeas de 5.300 habitantes; las temperaturas extremas de los últimos meses han reducido los rendimientos del maíz en un 90 % en comparación con el año pasado.
El Instituto BioSense recibió 38 millones de euros de la Unión Europea (UE); y 14 millones de euros en apoyo del gobierno serbio a través de varios programas de innovación.
Sembrar desde el espacio
El Instituto BioSense cuenta con satélites y drones que recopilan fotografías aéreas de los cultivos; utilizando mapas de calor para visualizar el estado de las plantaciones.
Vladímir Crnojevic, director del instituto, recalcó en una entrevista que gracias a estos mapas; los labradores «pueden comprobar qué partes de los cultivos dejarán de ser fértiles en los próximos años y evitar así futuras pérdidas».
Además, el jefe de BioSense Institute en Novi Sad, indicó que «Estamos instalando una red de dispositivos, máquinas y sensores en las zonas rurales; que funcionarán como estaciones meteorológicas remotas para recolectar información sobre el suelo».
Estos dispositivos incluyen robots que recorren los campos y toman muestras de suelo para monitorear la salud de los cultivos; así como sensores inteligentes que los agricultores conectan al suelo para verificar la fertilidad del suelo.
Estos sensores analizan los nutrientes en el suelo y ayudan a reducir el uso de pesticidas. El Instituto BioSense está afiliado a la Agencia Espacial Europea (ESA); por lo que es la única empresa serbia que utiliza imágenes satelitales del organismo europeo.
